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La tortuga de Zenón

Saludos para Pedro y Javi

Casi un año después desempolvo la contraseña para mandar un saludo a estos dos jóvenes amigos "interesados" en la Filosofía. Espero que esta página os sirva de ayuda. Si quereís algo más no dudeis en mandarme un comentario.

Hasta pronto. Suerte.

José Luis 

Al final por fin el fin

"...así son las cosas y así se las hemos contado"...de esta manera falaz remataba su manipuladora tarea un presentador de televisión hace años. Yo me moría de ganas por poner esto y ya esta puesto. Ahora bien, tengo que decir que éste curso de filosofía no es la Filosofía. He hecho lo que he podido para intentar acercaros a ésta disciplina de las preguntas sin respuesta y que sin embargo no se pueden dejar de preguntar. Ahora que corren malos tiempos para el pensamiento crítico no puedo sino animaros al estudio, la reflexión y la duda. Como diría un viejo filósofo "Sapere aude" (atrévete a pensar). Finalmente me despido de vosotros con un poco de dolor (y también un poco de alegría todo hay que decirlo)con las palabras de otro viejo sabio (un tal Skywalker): !"Qué la fuerza os acompañe"!

Pd: A los que se presenten en Selectividad a la prueba de "Comentario filosófico" os espero en esta dirección pica aquí

4ª: Comparación con otro autor

Puesto que el artículo de Ortega polemiza con el Racionalismo y con el "relativismo" se puede establecer una comparación con cualquier autor representante de estas corrientes filosóficas; por ejemplo Platón, Descartes en el bando racionalista y Protágoras o Nietzsche en la otra.
También cabe una comparación fácil con Unamuno:tanto de su actitud filosófica (ver libro de texto) como con respecto al llamado "problema de España".
De cualquier manera, la comparación con Nietzsche es posiblemente la más fácil por cuanto que coinciden en algunos aspectos del llamado "vitalismo" pero con importantes matizaciones del filósofo español respecto del alemán. Dejo aquí un esbozo de esos puntos comunes y de las diferencias

Nietzsche. Existen ideas comunes: Ambos son irracionalistas, piensan que existen realidades no racionales que sólo son accesibles a facultades irracionales. Esas realidades irracionales constituyen la “vida”. También les es común esa idea aristocrática de considerarse a sí mismos como “maestros”, dirigentes intelectuales frente a la masa.

Ortega no describe la vida como lo que nos pasa o eso que hacemos, no las ocupaciones, que le parecen mecánicas, es decir, consecuencia de las decisiones anteriores, sino como el hecho y el momento de ser decididas. Sin nombrarlo, Ortega está describiendo lo que entiende por racio-vitalismo. Si "vivir es decidir constantemente lo que vamos a ser", es aplicar la razón a las cosas, es tratar con el mundo y así descubrirnos a nosotros mismos siendo. Es nuestra única forma de ser. Eso es vivir.

Nietzsche sale en defensa de la vida porque la siente amenazada por la filosofía, la religión y la moral. Su concepto de vida es el de autoafirmación del individuo, es suponer, afirmar los instintos. Toda su obra tiene un carácter combativo para rechazar todo aquello que se opone a la vida y en la otra dirección hacer valer todo lo que la favorece. Posiblemente sea en la Voluntad de Poder donde formule con mayor intensidad su opción en favor de una vida vigorosa y plena.
Pero Ortega sólo en una primera etapa habla de la vida en tonos descriptivos sociológicos, cuando lo asocia a la realidad española de principios de siglo. Pero pronto pasa a considerar la vida en un sentido metafísico, como la realidad radical. Y como tal no tiene que defenderla, no corre peligro, es lo único que es. Su labor será didáctica y sólo de modo retórico se entabla la lucha para superar el realismo y el idealismo. La doble concepción se podría sintetizar así: para Nietzsche la vida es todo lo que el hombre posee, y para Ortega la vida es lo que contiene al hombre o en lo que el hombre está con todo lo que posee.

(Completad esta información con la que aparece en los términos, en esta misma página. Especialmente "SOCRATISMO" y "VIDA")

Rematando la faena. Materiales para la cuarta pregunta.

La influencia de Ortega en su tiempo: Ortega editor, escritor y político. (Resumen del artículo del Profesor Baliñas, que se transcribe a continuación)
a) Editor de “Revista de Occidente”.- Ortega editor: movilizador de la vida cultural. Introductor del pensamiento alemán contemporáneo. Tribuna del pensamiento y literatura hispana de la época.
b) Escritor innovador del lenguaje y las ideas.- Ortega escritor: estilo y vocabulario. Uso de la metáfora. Neovocablos y utilización de su imaginación “plástica” al servicio de las ideas.
c) Influencia política en la sociedad española.-A través de sus artículos en prensa, su actividad política (fue diputado y fundador de la “Asociación para la protección de la República) y conferencias.
Como movilizador de la vida cultural española, hace crítica literaria y de arte, promueve las traducciones y, sobre todo, funda el año 1923 la Revista de Occidente, de gran importancia como editorial y como publicación periódica. En ella da a conocer el pensamiento alemán contemporáneo y ofrece tribuna a lo más novedoso del pensamiento y la literatura hispana de la época.
Como escritor, se muestra modelo insuperable de la exposición de ideas dentro de los géneros del ensayo y el artículo corto («El Espectador», 1923-24). Dotado de una imaginación muy plástica, en lugar de dirigirla hacia la ficción, la puso íntegra al servicio de las ideas, vistiéndolas de espléndidas metáforas. De la metáfora dirá que constituye «una forma de pensamiento científico» (II, 387 ) y que «representa, en lógica, la caña de pescar o el fusil» (II, 391). Claridad, agudeza, garbo, creación de neovocablos y, a la vez, repristinación de castizos decires, son, con el uso constante de la metáfora, los rasgos más sobresalientes de su prosa. El corte de la frase es conciso y eufónico, y la selección de los detalles le revela un maestro en la combinación de lo grave con lo festivo. Usa de las palabras más por lo que sugieren que por lo que definen, lo cual le hace bordear a veces peligrosamente la retórica.
Predispuesto por tradición familiar a interesarse por lo público (su padre, José Ortega Munilla (v.), académico, fue durante muchos años director de El Imparcial, uno de los diarios más influyentes de la época), heredero del ideal europeizador de la llamada generación del 98 –aunque ligeramente más joven que sus más conspicuos representantes y de la «Institución Libre de Enseñanza», que se remontaba al krausismo, Ortega desempeña también un papel de primer orden como orientador de la sociedad española y, más adelante, incluso de la sociedad occidental. Durante la Primera Guerra Mundial pone en pie la «Liga de educación política» (discurso «Vieja y nueva política», 1914), de escasa eficacia inmediata. El año 1921 da su visión del «problema de España» en un libro cuyo título es también su más conciso resumen: España invertebrada. Partiendo de que «la acción recíproca entre masa y minoría selecta... es el hecho básico de toda sociedad y el agente de su evolución» (III, 103), diagnostica el morbo hispano como «carencia de minorías egregias e imperio imperturbado de las masas» (III, 128). Y propone como remedio a esta decadencia secular «el reconocimiento de que la misión de las masas no es otra que seguir a los mejores» (III, 126), exhortando a éstos a un «apetito de todas las virtudes».
En La rebelión de las masas, aplicando los mismos principios, pronostica a todo el mundo occidental una crisis social incipiente que por entonces (1926) apenas nadie advertía. Caracteriza certeramente al hombre-masa por la «libre expansión de sus deseos vitales», su «radical ingratitud hacia cuanto ha hecho posible la facilidad de su existencia», la decisión de «no apelar de sí mismo a ninguna instancia superior», el juzgarse perfecto, el empleo de la acción directa, el desinterés por la ciencia pura, &c. Los hechos ocurridos en torno a la Segunda Guerra Mundial (en parte todavía perdurantes) vinieron a confirmar la previsión de Ortega, haciendo de su libro uno de los más leídos y traducidos al terminar la contienda.
En la crisis política que precedió al advenimiento de la República (1931) se manifestó –como otros muchos intelectuales– partidario de la abolición del régimen imperante («Delenda est monarchia!»). Creador de la «Asociación para la protección de [621] la República», diputado, pronto le defraudó el rumbo demagógico que tomaba el nuevo régimen y se desligó de la política («¡No es eso, no es eso!». Rectificación de la República). Fueron aquellos los años de máxima vigencia pública de Ortega. En las famosas conferencias En torno a Galileo (1933), que hicieron de la filosofía, por un momento, un espectáculo de moda, enuncia su teoría de las generaciones.
Exiliado al comienzo de la guerra civil, Ortega queda en lo sucesivo fuera de la escena pública española y se convierte, por fuerza de las circunstancias bélicas subsiguientes, en un cosmopolita errante malgrè lui. Su tono como escritor se vuelve más grave, su estilo más austero y ágil y su pensamiento más abstracto y sistemático, ciñéndose cada vez más a la filosofía.
Ya en las Meditaciones del Quijote, en 1914, había apuntado las ideas con las que iba a ir construyendo, ladrillo a ladrillo, al azar siempre de las circunstancias, su nunca rematado sistema filosófico. Allí aparecía incidentalmente la famosa frase «yo soy yo y mi circunstancia» (I, 322), elevada por él del plano biológico al ontológico, de la que diría años más adelante, al echar una ojeada retrospectiva en el prólogo a sus Obras, que condensaba «en último volumen» su pensamiento filosófico (VI, 347). En conexión con ella había esbozado también allí el germen de lo que sería el perspectivismo. La perspectiva es un componente necesario de la realidad, y entre las perspectivas no hay ninguna privilegiada. La verdad absoluta –inasequible al hombre– habría de ser la integración jerárquica de la totalidad de las perspectivas. Por tanto, la realidad (entendiendo por tal lo que últimamente se opone a mi vivencia) ya no puede ser entendida dentro de la disyunción tradicional de sujeto y objeto, yo y no yo. La realidad lo es sin mí, pero es ella lo que es. Frente al idealismo (yo sin cosas) y al realismo (cosas sin yo, yo entre las cosas), Ortega propondrá como solución radical al problema del conocimiento: «yo con las cosas». Así la vida (en el sentido biográfico, esto es: consciente y responsable), pasa a ser la «realidad radical».
Estas ideas –que funcionan en la obra de nuestro filósofo como los motivos musicales en una sinfonía– son acrecentadas y enriquecidas el año 1923, en El tema de nuestro tiempo, con el «raciovitalismo». Aquí toma la vida no tanto por el lado ontológico, cuanto por el axiológico. Frente al racionalismo o «beatería de la cultura», que domina desde hace siglos la cultura, debe reconocerse a la vida como un valor «autónomo» (Goethe, Nietzsche), pero sin incurrir por ello en un vitalismo irracionalista (Rousseau) o primitivismo. «No menos que la justicia, que la belleza o que la virtud, la vida vale por sí misma.» De donde una ética de la ilusión frente a la usual del deber. Lo mejor no se lo ha de hacer por imposición heterónoma, sino por deseo íntimo (como el deporte) en fuerza del imperativo vital que nos impulsa a «ser [mejor] lo que se es». (…)
Carlos-Amable Baliñas Fernández

(Este pequeño escrito se refiere a la influencia posterior de Ortega)
La influencia más inmediata reside en la creación de la "Escuela de Madrid" que más que un grupo o una escuela es un espíritu, una manera de pensar. Ortega enseñó a pensar a una generación de españoles. Antes de la guerra su influencia fue enorme en la vida intelectual y política del país. También fue grande su autoridad en los países europeos, sobre todo en Alemania y Francia donde sus obras han sido muy traducidas.
Su exilio en Argentina llevó su influencia a los países de habla hispana.
Después de la guerra continuó vivo su pensamiento en los filósofos no escolásticos y en la vida intelectual, aunque por las circunstancias del momento, tuvo que limitar su actividad a Conferencias y publicaciones.
Su postura frente al régimen de Franco ha sido calificada como de suave oposición frente a las condenas de otros intelectuales tanto españoles como extranjeros. Pero la influencia mayor se produce más que en los contenidos, en el rigor intelectual, en la forma de filosofar, en la actitud intelectual, en las aportaciones al lenguaje filosófico. Los contenidos de su filosofía, salvo los existencialistas, no corresponden a los fundamentales de este momento: la filosofía del lenguaje, la filosofía crítica, el neopositivismo, las distintas filosofías derivadas del marxismo.

4ª Pregunta: Influencia y vigencia del pensamiento de Ortega

Transcribo aquí el artículo aparecido en el diario nicaraguense "La Prensa" sobre la vigencia del pensamiento orteguiano. Antes encontrareis un breve resumen que me he permitido hacer. De este artículo y del que sigue (aparecerá antes por lo tanto) podeis extraer la segunda parte de la cuarta pregunta.

Influencia y vigencia del pensamiento de Ortega (resumen del artículo del Dtr. Serrano Caldera)

* Influencia de Ortega y la filosofía del exilio en Latinoamérica.
* Ortega ha servido de puente entre la filosofía alemana y la cultura en lengua española: introdujo alguna de las corrientes más importantes de la filosofía moderna (vitalismo, existencialismo, fenomenología…)
* Sus afirmaciones sobre la “solución europea” al “problema de España” han tenido algo de profético.
* A pesar de sus posiciones “reaccionarias” (Véase “La rebelión de las masas” y sus teorías sobre las “élites”) la tesis central de su pensamiento, es decir La razón vital, mantiene su vigencia.
* Según esto, hay que invertir la tendencia del racionalismo que al hacer de la razón un absoluto somete la vida a sus exigencias. Hay que invertir la relación y poner todos los productos de la razón (la cultura, el arte, la ética, el Estado, el derecho, las costumbres…) al servicio de la vida.
*Para este autor Mayo del 68, con otro lenguaje y también con otros “inductores intelectuales” (fundamentalmente marxistas) es una reivindicación de la vida y la vitalidad frente a las formas racionales opresivas, y en esto se manifiesta la influencia de Ortega.

La razón vital en Ortega y Gasset
Alejandro Serrano Caldera. La Prensa (Managua)

Algunos se preguntarán, ¿por qué escribir hoy sobre José Ortega y Gasset, filósofo tan controversial, discutido y discutible y que suscita las más contradictorias opiniones y los más encontrados puntos de vista? Una primera respuesta sería: ¡precisamente por eso!

Si esto no fuese suficiente, habría que agregar que Ortega es el filósofo que más influencia tuvo sobre el pensamiento y los pensadores latinoamericanos en la primera parte del Siglo XX, y aún algunas décadas después de pasada la mitad de la anterior centuria. Es, también, el pensador de lengua española más conocido y apreciado, en su época, en los exigentes ambientes de la filosofía alemana, incluyendo al propio Heidegger, y por mucho tiempo el principal conducto, sino el único, por el que el pensamiento filosófico alemán pasó a la cultura de lengua española.

Además, no habría que olvidar, muchos de sus luminosos análisis de filosofía de la historia y filosofía política, en los que, ejerciendo una verdadera tarea de profeta y visionario, se adelantó a su tiempo describiendo y sugiriendo opciones y puntos de vista que hoy son realidades del presente y propuestas de futuro, como es el caso de la Unión Europea, cuyos fundamentos filosóficos y políticos fueron magistralmente presentados en su obra Meditación de Europa, que recogió y amplió su conferencia de Berlín, en septiembre de 1949, “De Europa Meditatio Quaedam”.

Pero sobre todo, la importancia de Ortega y Gasset para nuestra época, más allá de sus posiciones conservadoras y hasta reaccionarias en varias de sus obras, entre las que habría de mencionarse, particularmente, La Rebelión de la Masas, radica, a mi modo de ver, en la vigencia que tiene la tesis central de su pensamiento, que es la idea de La Razón Vital.

En ella, el filósofo español corrige la perspectiva racionalista de la filosofía de Sócrates y de la filosofía griega, en general, sobre la que se fundará Europa y todo el Occidente, y de manera particular, invierte la perspectiva del racionalismo de Descartes, Spinoza, Leibniz y Malebranche, verdaderos creadores de la Era Moderna, al hacer de la razón un absoluto y de la vida una función de aquélla supeditada a sus exigencias. A esas alturas el pensamiento de Ortega está fuertemente influenciado, más que por ningún otro, por la Filosofía de la vida de Wilhelm Dilthey y se aferra, al igual que el gran filósofo alemán, a reafirmar la primacía de la vida sobre la razón y a exaltar el milagro esplendoroso de ser.

La idea de la Razón Vital es pues en José Ortega y Gasset, el núcleo de su sistema filosófico y aunque esta idea atraviesa la mayoría de sus obras, es, probablemente, en El Tema de Nuestro Tiempo, de 1923, en donde encuentra su desarrollo más sistemático. La obra toda es en sí la demostración de que la Razón Vital es el tema del tiempo del filósofo español, pero cabría preguntarse si efectivamente continúa siendo el tema de hoy, es decir, el tema de nuestro tiempo aquí y ahora.

“El tema del tiempo de Sócrates —dice Ortega— consistía, pues, en el intento de desalojar la vida espontánea para suplantarla con la pura razón... El socratismo o racionalismo engendra, por tanto, una vida doble, en la cual lo que no somos espontáneamente —la razón pura— viene a sustituir a lo que verdaderamente somos, la espontaneidad.

“El tema de nuestro tiempo consiste en someter la razón a la vitalidad, localizarla dentro de lo biológico, supeditarla a lo espontáneo. Dentro de pocos años parecerá absurdo que se haya exigido a la vida ponerse al servicio de la cultura: La misión del tiempo nuevo es precisamente convertir la relación y mostrar que es la cultura, la razón, el arte, la ética quienes han de servir a la vida”.
Pocos años después de escritas estas reflexiones, cuarenta y cinco, justamente, en mayo de 1968, y sólo a trece de su muerte ocurrida en 1955, la premonición de Ortega se cumplía, pues realmente a los jóvenes universitarios de París, primero, de Francia y todo el mundo después, parecía absurdo que la vida estuviese subordinada a la razón y la cultura y no éstas a la vida. En el fondo, su protesta fue un intento de corregir la perspectiva socrática y cartesiana que había creado, de alguna forma, los fundamentos teóricos que hicieron posible la sociedad de consumo que ellos querían abolir.
Aquellos lemas históricos aparecidos en los muros de París, “prohibido prohibir”, “seamos relistas, exijamos lo imposible”, “hagamos el amor y no la guerra”, parecían, a su manera, con otro lenguaje, pero con igual intención, ser la forma de poner en práctica el mensaje de la filosofía de la Razón Vital de Ortega, aunque posiblemente ellos nunca oyeron hablar de él ni conocieron su obra, pues otros eran los filósofos que los inspiraban, Marcuse, Foucault, Althusser, Lefebvre... sin embargo, en el fondo de la rebelión de los jóvenes estudiantes estaba, explícito o implícito, un reclamo por la vida y la vitalidad frente a las formas racionales que habían creado la cultura, la ética, el Estado, el derecho y las costumbres.

Pregunta para Luisito

Esta es la pregunta:¿Qué conclusión podemos sacar de la Historia?¿Qué conclusión podemos sacar de la Historia? y también "Sobre el rencor de clases floreció el amor"

Algunos términos importantes

Abstracción.- Proceso mental mediante el cual nos formamos una idea o concepto de una cosa, considerando sus partes más importantes o relevantes, para tener un esquema o modelo de ella

Antinomia.- En el lenguaje jurídico contradicción entre dos preceptos legales. 2.- En el lenguaje filosófico, contradicción entre dos principios racionales o entre dos aseveraciones, cada uno de los cuales es mantenido omo premisa con igual fuerza. Así por ejemplo, Kant en sus “antinomias de la razón pura” demostraba como mantener la afirmación de que el mundo es finito o que es infinito lleva a una conclusión autocontradictoria.

Cultura.1.- Tradicionalmente se designaba con este término a las más latas manifestaciones del espíritu humano, especialmente las de la antigüedad grecolatina. 2.- Desde el Romanticismo, cualquier manifestación de la actividad humana que no obedezca a su estricta animalidad. Así, cultura es lo mismo una obra literaria o artística que las formas de cocinar o vestir de un pueblo.

Culturalismo.- Peyorativamente utilizado, como lo hace Ortega, exceso de confianza en la cultura frente a otras realidades, como puede ser la vida.

Idealismo.- Doctrina filosófica que mantiene que es el sujeto cognoscente el que constituye al objeto conocido. Esto es, que, o bien la realidad no tiene existencia sin un sujeto cognoscente, o bien esa existencia no tiene relevancia para mí hasta que no es conocida por mi y comprendida por mí.

Insaculación.- Literalmente, meter en un saco o urna número o nombres de personas o cosas para sacar alguna por medio de la suerte. 2.- El uso concreto que hace Ortega de este término, adquisición de verdades, creencias u opiniones por parte del sujeto.

Racionalismo.- Doctrina filosófica que postula la existencia de contenidos mentales previos a la experiencia. 2.- Doctrina filosófica según la cual no existe nada que no tenga razón de ser, de modo que no hay nada que no sea inteligible, al menos en principio y como posibilidad. 3.- Doctrina filosófica según la cual la experiencia no es posible más que para una mente que posee una razón, esto es, un sistema de principios universales y necesarios que organicen los datos empíricos; de modo que todo conocimiento cierto puede ser deducido de principios a priori y evidentes, de los que ese conocimiento es una consecuencia necesaria. En este sentido “racionalismo” e “idealismo” son casi sinónimos. 4.- En el uso diario y no filosófico, fe en la razón.

Relativismo.- Doctrina filosófica según la cual se pone en duda la exactitud y/o completitud del conocimiento humano. El relativismo suele estar íntimamente conectado con el empirismo y con el escepticismo.

Utopía.- Plan, proyecto, doctrina o sistema de creencias y proposiciones que aparece como irrealizable en el momento en que es formulado. El término “utopía” y sus cognados son usados normalmente por Ortega en los textos transcritos de acuerdo con sus significados etimológicos (“lo que no existe en ningún lugar”) y con cierto matiz peyorativo.

Vitalismo.- Doctrina filosófica que pone como centro de la meditación racional el tema de la vida. 2.- Doctrina filosófica que antepone las experiencias vitales a cualquier reflexión filosófica o racional.

CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE ORTEGA Y GASSET

VIDA
Para Ortega constituye la realidad radical y esencial, es decir no es la única realidad pero si aquella a la que cualquier otra hacer referencia, es decir incluye las demás formas de la realidad; es un quehacer. Es la realidad misma en la que se encuentra el ser humano: en cada hombre, sea varón o mujer, toma una forma determinada. La vida humana no es sólo realidad biológica, sino también es biográfica; cada uno es dueño y escribe su propia realidad vital. La vida nunca está hecha sino que se está haciendo en la historia de cada uno.
Frente a la cosa o sustancia, ser de los griegos, o a la conciencia o sujeto de los modernos, con Ortega tenemos que afirmar que el dato radical del Universo es la vida humana. El concepto "vida" designa una "actividad", un "acontecimiento", lo que le ocurre "a cada cual" con sus circunstancias. Superación de la dicotomía en la que nos sumía la tradición filosófica moderna entre sujeto/objeto. Ortega también hace referencia a la vida como lo "vital" en un sentido próximo al de Nietzsche: lo espontáneo. En este sentido lo cultural no puede ahogar nuestra espontaneidad, así como ésta no puede situarse por encima de lo cultural. Vida entendida no desde supuestos meramente vitalistas o biologicistas, sino fundamentalmente como "algo que hacer", como tarea, o como aventura. Esta tarea no es otra que la de realización de la propia "vocación", nuestra personalidad.

SOCRATISMO
Es el término que indica el origen de un "error", en plena coincidencia con la observaciones de Nietzsche, que consiste en que la "razón" pura no puede suplantar la vida, la racionalidad no puede oponerse a la espontaneidad. El gran error de Sócrates fue separar la razón de la vida. La cultura puede enfermar, y esto ocurre cuando es un mero juego de conceptos, cuando deja de enriquecerse de la savia de la vida.
Nietzsche expresó antes que Ortega ideas similares a estas. Para Nietzsche la decadencia se manifiesta como una perdida de valor, fuerza o vigor respecto el "tono vital" anterior (mundo griego arcaico, equilibrio entre Dionisos y Apolo). Esto es precisamente lo que se inicia con este filósofo - Sócrates- la decadencia de occidente porque se instaura la creencia en la existencia de un Mundo Verdadero, Objetivo, Bueno, Eterno, Racional, Inmutable, y el desprecio de las categorías de la vida (el cuerpo, la sexualidad, la temporalidad, el cambio, la multiplicidad e individualidad,...). Con él y Platón comienza la ciencia y la metafísica y ellos crean el marco adecuado para la aparición de la religión y de la moral.
RAZÓN VITAL
Frente a la razón pura, la "razón" de nuestro tiempo ha de ser vital. La razón es sólo una forma y función de la vida, de modo que es la razón la que ha de radicarse en la vida. Con este término pretende Ortega definir su propuesta como "raciovitalismo", es decir, ni vitalismo ni racionalismo. Es decir, se opone a ambas doctrinas aun cuando recupere algunos rasgos de estas perspectivas. La razón vital es, al mismo tiempo, una razón de tipo biológico y una razón de tipo histórico y biográfico. Ortega no concibe la vida como un proceso irracional, donde sólo radican los impulsos que no pueden justificarse. La vida es un quehacer que se pone determinadas metas y que tiene una racionalidad que le es propia y que permite ser analizada adecuadamente. Al unir el concepto de razón con el de vida, Ortega realiza una original síntesis que alcanza una profunda capacidad analítica de la realidad. Ortega se sitúa lejos de considerar el valor de la razón como realidad última y que desprecia la realidad dinámica de la vida.
RAZÓN HISTÓRICA
Constituye una reformulación de la razón vital según la cual podemos entender al hombre mediante la comprensión de las creencias, esquemas mentales que cada individuo, generación y cultura ha utilizado para dar sentido a su vida y enfrentarse al reto de la existencia. Esto es lo que vendría a señalar la conocida afirmación orteguiana "el hombre no tiene naturaleza sino en su lugar tiene historia". Es la misma razón vital en tanto que la historia constituye el eje esencial de la vida. El ser humano no tiene naturaleza, tiene historia. Sólo se puede dar razón de algo humano apelando a la historia. Es la vida en su dinamismo, en su vivir biográfico, lo que la hace entender, la que da razón. "La razón histórica no acepta nada como mero hecho, sino que fluidifica todo hecho en el irse haciendo, ve cómo se va haciendo el hecho en sí".
RACIONALISMO
Doctrina filosófica que mantiene que todo conocimiento cierto procede de principios irrecusables, evidentes y necesarios. Descartes es el filósofo que encarna perfectamente esta doctrina pero en Ortega el término "racionalismo" es extensible a toda doctrina que considera en el hombre la primacía de la dimensión racional.
El raciovitalismo implica una posición crítica frente a la razón pura, una razón que somete a la vida. La razón pura se pierde en la nube, en ángeles, en utopías irrealizables. Comenzó con los griegos, Sócrates y Platón, sigue con Descartes, con la física moderna (Galileo). Es en la modernidad cuando nace la fe ciega en las capacidades ilimitadas de la razón. El racionalista sigue un impulsos práctico y quiere cambiar la realidad para que se adecue a un deber ser (Kant). La razón práctica dice como debe ser la realidad. El racionalismo convierte el pensamiento en algo incluso externo al cuerpo, es aislable, separable del cuerpo. Esta razón pura puede funcionar sin los sentidos, se divorcia de la vida, se convierte en norma de la vida y la puede someter (gran similitud con Nietzsche). Esta razón pura se construye con geometría y matemáticas (método matemático aplicable a la filosofía). Crea conceptos, ideas sublimes, redondas, completas, coherentes sin fallos lógicos pero irrealizables, escapan a las posibilidades del hombre. Son ideales utópicos. La razón pura se contenta con la deducción, con que no tenga contradicción y los resultados para Ortega son esquemáticos e irrealizables. Proponen une esquema muerto, parcial. La consecuencia es que el racionalismo iniciado por Sócrates invierte la realidad. Las ideas no están al servicio de la vida, sino que
somete la vida a las exigencias de los ideales.

CIRCUNSTANCIA
Término clave en el pensamiento de Ortega viene a señalar al imposibilidad de concebir a un "sujeto" la margen del "objeto", es decir, en la idea de un "yo" va intrínsicamente ligado a la idea de un "mundo". Yo soy yo y mis circunstancias.
La circunstancia es todo lo que interviene en la vida del hombre, sea varón o mujer, y es utilizado por él para hacerse a sí mismo. La circunstancia es el tiempo, sobre todo el tiempo presente; porque el pasado y el futuro sólo tienen sentido en la medida en que se hacen presentes de algún modo. Mi circunstancia es todo lo que no soy yo, el mundo que me rodea, los demás, las creencias, las opiniones, los usos sociales, el horizonte de la totalidad, todo lo que aparece a mi alrededor. Pero yo no soy un ingrediente de la circunstancia, no soy un elemento pasivo en ella, elaboro en ella mi proyecto de vida.

PERSPECTIVISMO
Estrechamente ligado en al término circunstancia. Afirmar que no es posible la adopción de un pinto de vista supraindividual, objetivo, universal, sino que la realidad se nos ofrece desde una perspectiva determinada. El Perspectivismo no es una doctrina accidental sino que se convierte en la piedra angular de la teoría del conocimiento. En esta se opone Ortega y Gasset tanto al idealismo como al realismo. Contra el idealismo afirma que el sujeto no es el eje en torno al cual gira la realidad; contra el realismo afirma que el sujeto no es un simple trozo de la realidad, ni un ser abstracto: es una realidad concreta que vive aquí y ahora: es una vida. Idealismo: equivalente a subjetivismo, pone la verdad de las cosas en el Yo. Realismo; equivalente a objetivismo, pone la verdadera realidad en la cosa, en el objeto El Perspectivismo lo desarrolla en El tema de nuestro tiempo. Es una teoría del conocimiento de la realidad. No hay un solo punto de vista absoluto sobre la realidad, sino diversas perspectivas complementarias. El Yo es un punto de vista que selecciona las impresiones. Hay tantas perspectivas como individuos (en cada una de ellas entra la vida de cada cual, la imaginación, sensibilidad, razón, deseos, circunstancias...). La razón del hombre debe dominar la circunstancia que su perspectiva le ofrece y así humanizarla. Es una razón vital, no opuesta a la vida.

CREENCIA
Constituye el conjunto de convicciones no siempre conscientes con la que contamos y que nos permiten actuar y manejarnos en el mundo. Ortega distingue entre creencias e ideas. Las creencias son el substrato más profundo de la vida humana, el terreno sobre el cual la vida se mueve. Pero la creencia no es “creer en”, sino un “estar en “, y un “contar con” que suponen la duda. La idea es aquello que se forja el hombre, sea varón o mujer, cuando la creencia vacila: las ideas son las cosas que de manera consciente construimos precisamente porque “no creemos en ellas”. La ideas o conceptos son producto del pensamiento.

IDEALISMO
Doctrina filosófica que mantiene la primacía del sujeto sobre el objeto, ya que es la única instancia que garantiza la realidad de las cosas externas. Idealismo es equivalente a subjetivismo. Es una postura filosófica en la que el fundamento y la realidad del mundo exterior depende de la realidad y existencia del sujeto que lo percibe. Sin sujeto percipiente o activo no hay mundo. Ortega rechaza el idealismo clásico, cartesiano, al negar que el mundo exterior se reduzca a la realidad del sujeto. El mundo es independiente del sujeto que lo percibe. También rechaza el racionalismo. Su postura es
raciovitalista.

PROYECTO (vocación)
Es una de las categorías de la vida humana: esta consiste fundamentalmente en un “quehacer”, en una tarea , la de la realización de nuestra propia personalidad. La vida es tarea, quehacer, la vida hay que hacerla. Nuestro proyecto es nuestra vida, es lo que hacemos y lo que nos pasa. La vida es el conjunto de vivencias, nuestro vivir concreto, ocurre, pasa en nosotros, es un continuo hacerse a sí misma.

MUNDO
En el concepto de "mundo" cabe distinguir tres niveles de significación: 1.- Una sinificación estructural-formal, es decir, el "mundo" en cuanto un constituyente de la "vida" juntamente con el "yo". Así nuestra vida puede representarse "como un arco que une el mundo y el yo". "Vivir es encontrarse en el mundo". En este primer nivel, "mundo" vale tanto como "circunstancia": lo que primariamente me rodea y afecta, y con lo que tengo que habérmelas en la ejecutividad en que consiste mi vivir.
En un segundo nivel, "mundo" expresa el plexo constituido de sentido que en cada caso adquieren las circunstancias como resultado de la interpretación que el yo hace de ellas. De acuerdo con esta significación, cada hombre y época tiene su mundo. Este mundo de sentido constituye el horizonte de cada época.
Pero todo horizonte es ampliable y dilatable, precisamente por el carácter perspectivístico de la realidad, por la indefinición de la vida y de su carácter poético e histórico. La totalidad abierta que sobrepasa cada horizonte y mundo determinado constituye el tercer nivel del concepto de mundo.

Esto para la cuarta: ¿A qué bando pertenecía Ortega?: Artículo de José Luis Abellan

Aquí podeis leer algo sobre la utilización que unos y otros hicieron de la figura del filósofo pincha aquí. Una vez allí picad en la esquina superior derecha, el apartado "Curiosidades"